Joan Miró, obras abstractas y estilo pictórico
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El Museo Fran Daurel y Joan Miró obras abstractas
¿Te imaginas un lugar donde admirar, bajo el mismo techo, obras de Picasso, Dalí y Miró? Pues existe, y es el Museo Fran Daurel, uno de los referentes del arte contemporáneo en Barcelona, situado en el corazón del Poble Espanyol. Pero este museo ofrece mucho más. De su colección también forman parte piezas de otros grandes maestros del siglo XX como Antoni Tàpies, el canario Óscar Domínguez, el balear Miquel Barceló o el donostiarra Eduardo Chillida. En estas líneas podrás conocer un poco mejor nuestros tres espacios expositivos y los tesoros que en ellos puedes descubrir.
En diciembre de 2001 se inaugura la Fundación de Arte Contemporáneo Fran Daurel dentro del recinto del Poble Espanyol. Esta colección privada acoge más de 300 obras de diferentes artistas reconocidos internacionalmente, de épocas y estilos muy diversos, que trazan un recorrido por el arte contemporáneo español a través de una única exposición. Descubre el Museo y admira la obra de Picasso, Dalí o Miró, entre muchos otros.
El museo alberga más de 300 obras de diferentes artistas reconocidos internacionalmente, de épocas y estilos muy diversos, que trazan un recorrido por el arte contemporáneo español a través de una única exposición. Se trata de un amplio abanico de tendencias y soportes, con más de 80 artistas de fama mundial de diferentes generaciones, como son Picasso, Miró, Dalí, Tàpies, Barceló o Chillida. Pinturas, esculturas, dibujos o piezas de cerámica, que van de la abstracción a la figuración y que se mueven entre el informalismo, el expresionismo, el surrealismo, el hiperrealismo y el arte conceptual.
El Museo Fran Daurel está formado por 2.500 m2 de muestra permanente, una sala para exposiciones temporales y un auditorio. Todo, con el objetivo de ofrecer una visión global del arte contemporáneo a través de una sola exposición.
En este artículo nos centraremos en uno de los referentes del arte contemporáneo, uno de los artistas más importantes del Museo Fran Daurel, Joan Miró, el gran maestro del arte abstracto.
Joan Miró pinturas abstractas
«Cuando me coloco delante de un lienzo, no sé nunca lo que voy a hacer; y yo soy el primer sorprendido de lo que sale.»
Uno de los mayores representantes del Surrealismo, Joan Miró (1893-1983) desarrolla su obra en diferentes disciplinas artísticas, pero siempre moviéndose en el subconsciente y el mundo onírico. Miró elaboró un lenguaje expresivo propio, un vocabulario plástico particular, que le llevaron a abandonar las formas convencionales de la pintura.
Joan Miró nace en Barcelona en 1893, pero sus paisajes emocionales, los que lo formarán como persona y artista, son esencialmente Mont-roig, París, Mallorca y más adelante Nueva York y Japón. Mont-roig, una pequeña población de la comarca del Baix Camp, será el contrapunto a la agitación intelectual que vive en París en los años veinte junto a los poetas surrealistas, y al estímulo del expresionismo abstracto que descubre en Nueva York en los años cuarenta. Más tarde, en plena Segunda Guerra Mundial, Joan Miró abandonará su exilio en Francia y se instalará en Palma de Mallorca, espacio de refugio y de trabajo, donde su amigo Josep Lluís Sert diseñará el taller que siempre había soñado.
El Museo Fran Daurel cuenta con una pequeña y cuidada selección de la obra gráfica del artista, una faceta fundamental en su producción, formada por litografías y grabados de su última etapa que demuestran su dominio de estas técnicas. El trazo, la línea y el uso del color demuestran, una vez más, el indiscutible talento de Miró.
Cuadros Miró abstractos
A través del trabajo constante y gracias a su interés por todo tipo de técnicas artísticas, Joan Miró dejó un legado vasto, versátil y lleno de coherencia. A día de hoy está considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX a nivel mundial: su influencia trasciende la propia de las artes plásticas y se plasma en campos como el diseño gráfico y la publicidad.
Aunque se le asocia al arte abstracto por su estilo maduro de formas estilizadas e imaginarias, en su juventud se inició en la figuración, con fuertes influencias fauvistas, cubistas y expresionistas, pasando a una pintura plana con cierto aire naïf, como lo es su conocido cuadro La Masía del año 1920. A partir de su estancia en París, su obra se vuelve más fantasiosa y onírica, coincidiendo con los puntos del surrealismo e incorporándose a este movimiento. En numerosas entrevistas y escritos que datan de la década de 1930, Miró manifestó su deseo de abandonar los métodos convencionales de pintura, en sus propias palabras de «matarlos, asesinarlos o violarlos», para poder favorecer una forma de expresión que fuese contemporánea, y no querer doblegarse a sus exigencias y a su estética ni siquiera con sus compromisos hacia los surrealistas.
Uno de sus grandes proyectos fue la creación en 1975 de la Fundación Joan Miró, ubicada en Barcelona, centro cultural y artístico para difundir las nuevas tendencias del arte contemporáneo, que se constituyó con un gran fondo de obras donadas por el autor. Otros lugares con importantes fondos de sus obras son: la Fundación Pilar i Joan Miró, en Palma de Mallorca; el Museo Reina Sofía y el Espacio Miró en Madrid; el Centro Pompidou, en París; el MoMA, en Nueva York y la Fundación Mas Miró, en Montroig, donde pasó la mayoría de sus veranos.